Hoy al Sr. Narciso se le veía feliz. ¿Quién no lo estaría pensando en verbenas y terrazas con música al lado del mar con la llegada del verano? No se equivoquen, el Sr. Narciso estaba extasiado por algo distinto. Él no disfruta pensando en amigos y un mojito sino en cuánto dinero puede ahorrarse. Así que para él, la noche más corta del año no inaugura el verano, sino la llegada de nuevos becarios dispuesta a quedarse sin vacaciones para darlo todo por su empresa de acogida.
En la reunión de hoy, nos ha comunicado que pasado mañana llegarían los nuevos becarios al programa: tres por la mañana y dos por la tarde. Con los ojos iluminados, nos ha dicho que debíamos aprovecharnos de sus ganas de comerse el mundo, de sus sueños y de su esperanza por un primer contrato. “Los becarios son mano de obra barata – ha subrayado con entusiasmo y sin complejos – dadles parte de vuestra sobrecarga de trabajo y todo aquello poco gratificante que dejáis para el último momento”.
Los becarios le resuelven el gran marrón del verano. Sus redactores se van de vacaciones, la ley no siempre puede sortearse, y los universitarios se convierten en los perfectos sustitutos a un coste cero. No paga seguridad social, ni sueldo, ni finiquitos; ni reclaman ningún tipo de derecho laboral – aunque ahora mismo los redactores “fijos” también cerramos la boca si no queremos represalias – . Con tanto ahorro se entiende el placer casi orgásmico que ha experimentado el Sr. Narciso y todos los jefes dinosaurios a los que representa.
En esa reunión, me he sentido una traficante de becarios. Una cómplice de las artimañas carroñeras del Sr. Narciso. Así que me he propuesto a mi misma, tratar a los becarios como aprendices y no como esclavos. Ellos son los que dan el aire fresco necesario a las oficinas viciadas y llenas de rutina. Sólo espero contagiarme de su entusiasmo y servirles, con todas mis carencias, a encontrar su propio camino.
Becarios, no sé que haríamos sin vosotros. Sois el motor de la economía española en verano, además de los trabajadores del sector turístico. Y, gracias a vosotros, los empleados ni/mileuristas podemos irnos de vacaciones.
Siempre me he propuesto que nunca trataría a los becarios que me rodean como lo hicieron conmigo; y creo que se van (porque se van) contentos, habiendo aprendido, aún con vocación y escribiéndome de vez en cuanto. Satisfecha.
Hola Isa!
Acabo de descubrir tu blog porque has empezado a seguirme en Twitter y me encanta! Tengo 24 años, una carrera y un máster, he hecho dos veces de becaria (una cobrando una miseria por 8 horas y otra sin cobrar nada) y aún ahora, siguen pidiendome en las entrevistas que me apunte a cursos para q haga tres meses de prueba como becaria (y luego ya se verá)...LOS JOVENES estamos INDIGNADOS!!! que se metan sus trabajos donde yo me se...
Te sigo por aqui y por twitter!saludos,
Alba
www.elbauldeedenia.wordpress.co,
Hola Alba!
Si yo te contara.... A mi en una agencia me dijeron que me matriculara otra vez en la universidad porque así podía seguir siendo becaria y me pagarían 300 euros. Como comprenderás le dije que no porque en nuestro país con 300 euros no puedes pagar ni el piso compartido, mientras estudias tus padres pueden ayudarte pero no eternamente. Me gustaría verle a él con este sueldo.
Los jóvenes tenemos que revelarnos porque no pueden usarnos de este modo. Queremos un futuro y es normal que al principio tengas que sacrificarte más pero después tiene que haber una recompensa. Muchas empresas ya tienen un puesto de trabajo que siempre ocupa un becario.
Nos seguimos mútuamente! Enhorabuena por tu blog http://elbauldeedenia.wordpress.com/
Saludos
Isa Pi