
Motivos para seguir viviendo después de Semana Santa
Hay motivos para que no cunda el pánico para seguir viviendo después de la Semana Santa. Aquí algunos que seguro que te harán más llevadera la vuelta.
Hay motivos para que no cunda el pánico para seguir viviendo después de la Semana Santa. Aquí algunos que seguro que te harán más llevadera la vuelta.
En el día de la mujer, recupero este post sobre cómo la maternidad se ha convertido en una desventaja en el mundo laboral. Es el momento para que el hombre redescubra la paternidad.
La gran mayoría vivimos la misma situación de Tom de 500 días juntos, y si tenemos esta capacidad de imaginar y anhelar esa perfección es porque algo de ello también es posible.
No me da miedo reconocer que, a veces, las mujeres no nos aguantamos ni nosotras mismas. ¿El consejo? No tomarse demasiado en serio.
Tanto realismo puede obstruir nuestra capacidad de crear, de superar obstáculos e ilusionarnos por vivir y alcanzar sueños.
Está claro que necesitamos vacaciones. Este bucle nos está matando. Esto ya parece “El día de la marmota”. Aquí unas razones más que lógicas.
No es un eslogan del inmaduro empedernido sino el resultado de una crisis económica global. Ya que nos toca vivir casi como universitarios. Disfrutemos de ello.
Las semanas se suceden sin pausa alguna y el fin de semana ni te digo. La película Atrapado en el tiempo no puede ser más real. Estamos atrapados en una sucesión de tareas por hacer.
Cuando estoy agobida en el curro, pienso en el tipo de trabajo que me permitiría vivir tranquila y con un buen sueldo. La vida de “influencer” es la que tiene mejor futuro.
Las mujeres somos como la primavera: preciosas, alegres, fascinantes, coloristas, con luz y, a priori, con fruto en nuestras entrañas (en caso que se desee).