La condición de blogger te convierte en una persona más comprensiva y abierta de mente. El otro día, leyendo el número de octubre de Elle, me percaté de este cambio de mentalidad con la atípica reacción en mí ante las declaraciones de la it-girl española por excelencia, Gala González. La sobrina de Adolfo Domínguez aseguró en la entrevista a Elle que: “durante un viaje a la India me perdieron la maleta y, para colmo, la conexión de la zona se estropeó. Así que no tenía Internet ni ropa. Casi me da un ataque”.
A esta afirmación añadió otra anécdota: “En una ocasión me puse bastante enferma y mi novio iba a llevarme a urgencias. Me dijo que me vistiese para irnos, pero yo sólo podía pensar en crear un buen look para hacerme la foto saliendo del hospital ya recuperada. Cualquier instante puede ser un momento Instagram”.
Si no tuviera un blog diría que este tipo de comentarios son propios de alguien que no está en sus cabales, de una colgada adicta al trabajo que vive en un mundo ajeno a Irak, donde matan a cristianos y otros feligreses de religiones minoritarias, o a las personas que arriesgan su vida para cuidar a enfermos del Ébola.
Sin embargo, yo empiezo a presentar actitudes similares por adicción al blog. Es verdad que todavía no soy una persona reconocida en la blogosfera, ni siquiera una joven promesa, porque hasta que no me sigan 50.000 personas en Twitter y yo sólo a 5 no seré nadie.
A pesar de ello, los síntomas son evidentes: en mis conversaciones siempre publicito mi blog, estoy permanentemente conectada a las redes sociales, tengo fichadas a las personas que más comentan mis entradas, estoy continuamente a la búsqueda de inspiración, mis amigos tienen miedo de ser carne de cañón para mis historias y Google Analytics se ha convertido en mi droga diaria. Mi hermana dice que tienen que internarme en una clínica de desintoxicación del blog. Sí, soy una yonki.
Una de mis prioridades es acercarme a mi audiencia y analizo qué post tiene más éxito y a través de qué palabras clave me encuentran. Esto último dato no me deja dormir y me produce muchísima ansiedad. Los términos revelan que atraigo a un público objetivo erróneo, que interpreta mis escritos al revés. Es un target, mayoritariamente masculino, desperado por tener sexo en Nueva York, con solteras treinteañeras, desnudas o con el ombligo al aire. Hombres que buscan a mujeres sueltas o que intercambian sus fotos por WhatsApp. Aquí la prueba:
Ahora mismo me siento como Mercedes Milà – juro no volverla a juzgar –, porque mis titulares sensacionalistas son sólo un medio para un experimento sociológico no para ser popular en la red. Aunque he llegado a la conclusión que si quiero triunfar, salir de mi casi mileurismo y de un trabajo precario, debo crear un blog que excite a los internautas, porque es lo que la audiencia busca.
Y en este punto es cuando también entiendo a la protagonista del corto de Oriol Puig, emitido en Alaska y Coronas de La 2, que se vio abocada a erigirse como it-girl para poder pagar las medicinas de su marido. Si a partir de ahora veis palabras sospechosas en mi blog es sólo lo que me pide mi audiencia (en continua excitación) y un medio para erradicar mi condición de mujer sin blanca y soltera.
Me desorino toda contigo. Anda que si te contara las palabras y frases claves con las que llegan a mi blog, que es supuestamente "serio", "formal" y habla de Medicina...¿y cuáles crees que son los posts estrellas? Pues dos que escribí hace eones, uno sobre candidiasis vaginal y otro desmontando las supuestas bondades del agua oxigenada. Para quedarse con las patitas colgando O_O yo documentándome para los posts, dándoles vueltas...y la audiencia pide lo que pide.
Es que en el fondo somos muy básicos, nos va el caca, pedo y pis de los niños pequeños... Y si nos ciñéramos a lo más reclamado de un modo fácil sólo hablaríamos de vaginas, penes y tetas, que es el modelo de negocio de Mediaset. Espero no terminar así. Y a veces te curras un post y nadie te hace ni caso, en cambio, otro chorra te dispara las estadísticas.
Me encanta. Yo también voy un poco así y eso que soy L total en este mundo.
El corto es buenísimo, no lo había visto!!! jajaja
¡¡¡¡Lo del corto es buenísimo!!!!!
Voy comenzando éste camino y aprendiendo de ello. Creo que serás "mis pies en la tierra" :) Buenísimo! Saludos desde donde todos creen que vestimos sombreros y zarapes, mientras descansamos en un cactus o nopal.
¡Muchas gracias!¡Qué ilusión un comentario desde México! Esta visión quizá la tengan más los de Estados Unidos.
Es cierto, tan vecinos y tan cerrados (literal). ¿Que visión tienen allá de México?
Aquí hay un poco la visión de los culebrones (que supongo que no es la realidad), las playas paradisiacas y, siendo sincera, a veces también se asocia a la violencia y narcotráfico (no sé si será por las pelis de Hollywood).
Eres estupenda! Siempre me sacas varias sonrisas! No te desintoxiques por favor
¡¡¡¡Te digo yo que ni en la clínica de Lindsay Lohan...Y después de decirme esto mucho menos!!!!!Muchas gracias!