Existen aplicaciones y webs para todo tipo de necesidades. Hoy me han enseñado una que te calcula cuánto tiempo tendría que trabajar – con mi sueldo actual – si quisiera embolsarme la cantidad que ganan, en un año, estrellas del fútbol como Ronaldo o Messi. En este enlace podéis hacer vuestras cuentas: http://www.bbc.com/news/world-31110113

En mi caso, desafortunadamente, a menos de que me toque la lotería o me case con alguno de ellos – ¿Ronaldo ahora está disponible, no? -, debería vivir 958 años (para ser Ronaldo) o 920 años (para ser Messi) si trabajará con el sudor de mi frente (no se valen braguetazos ni cameos en el Sálvame o Quién quiere casarse con mi hijo). ¡Es terrible, casi un milenio necesito para emular a los mitos vivientes de nuestra sociedad! Ni reencarnándome con un gato o metamorfoseándome con Catwoman – me da igual la versión Michelle Pfeiffer o Ana Hathaway- conseguiría una ínfima porción de este rico pastel.

Sin embargo, hoy he descubierto que sí podría salir en el Sports Illustrated. Sí, aquella publicación que catapultó a la fama a Judit Mascó – de las poquísimas españolas, hasta hace poco la única, que tuvo este “honor”- y que sólo han aparecido cuerpazos con un metabolismo mágico como los de Elle MacPherson, Heidi Klum o Gisele Bündchen.

La “prestigiosa” revista ha reivindicado en su último número las mujeres con curvas, de la mano de la modelo de tallas XL, Ashley Graham. No es que mi objetivo vital sea protagonizar la portada de una publicación masculina ni que admire a quien lo haga, me parece bastante patético que se venda a la mujer como un objeto, para que los hombres se deleiten en su tiempo libre, pero sí me gusta que por fin se aprecie otro tipo de belleza en la mujer. Un canon que no la esclavice como, por ejemplo, un vientre plano casi imposible de mantener, sobre todo cuando tienes más de 30 años, trabajas y no puedes dedicar 8 horas al día a machacarte en un gimnasio y si tienes hijos, ya ni te digo…

Desde el mundo occidental, criticamos a los países musulmanes porque obligan a las mujeres a ponerse el burka. Salvando las distancias, y haciendo una analogía metafórica, a veces, pienso que muchas mujeres “super modernas” también nos autoimponemos un burka que no nos deja mostrar cómo realmente somos, sino que nos esconde detrás de cómo deberíamos ser según los dictámenes de la moda, las opiniones de otras mujeres y la perspectiva masculina.

Así salen mujeres fotocopias, patológicamente inseguras, que se esconden detrás del burka occidental por excelencia: la cirugía plástica. Decidme, ¿qué queda de la Letizia Ortiz que presentaba el Telediario o de la Renée Zellweger que encarnaba a la encantadora Bridget Jones?

Sports Illustrated sí ama a las mujeres, porque las quiere como son, al menos en uno de sus reportajes interiores. De momento no se han atrevido con una portada. No tendré el sueldo de Ronaldo o Messi pero puedo ser una Sports Illustrated como Gisele, Heidi, Judit o Elle. Aunque lo mejor de todo es que a nosotras no nos quieren por ganar 1000 veces más que la mayoría de la gente o tener unas medidas 90-60-90, sino por ser quienes somos. ¿Será por eso que estoy soltera?

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