Consejos de una guerrera de Sant Jordi para hombres olvidadizos

Mi día de Sant Jordi transcurrió con mucho ajetreo como es propio de una periodista cultural. A primera hora, hice la cobertura del desayuno de los escritores o pseudoescritores. En esta última categoría, se engloban famosos que plasman sus nimiedades en unas hojas para sentirse intelectuales por un día, aunque estos sí que hacen caja de verdad y no los que sudan el papel. Después me pateé las Ramblas y Rambla Catalunya para escribir una crónica de ambiente y coger declaraciones de los autores más mediáticos con sus valoraciones del día.

Mi jefe me dio una conexión en directo y yo, de la emoción, tenía miedo de decir alguna barbaridad aunque, como no acostumbra a escucharme, sino a sí mismo, tampoco pasaría nada si se diera el caso. Sant Jordi es uno de esos días del año que parece que mi trabajo está reconocido, no significa justamente remunerado, y una está orgullosa de ser periodista.

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Sin embargo, con los amoríos no hay manera de avanzar. Todos los Sant Jordi pienso que será el último sin una rosa y este año ha ocurrido lo mismo. Los años pasan y mi mesa permanece con su statu quo: papeles, calendarios, post it, libretas y periódicos, pero ni rastro de una rosa entregada basándose en todo el ritual que manda la tradición.

Por si algún varón no lo sabe (sobre todo los olvidadizos) es muy fácil: Compras una rosa tirada de precio en un puesto de la calle –además ayudas a unos universitarios a ir de viaje de fin de curso– y después se la das a tu chica. Este sencillo protocolo de actuación no entra en la cabeza de los hombres que han estado a mi alrededor. Lo sé, hay mucho chico corto, que no piensa más allá de sí mismo.

En la adolescencia, a una amiga y a mí, unos estudiantes nos regalaron como cinco rosas a cada una, porque “unas bellezas como nosotras nos las merecíamos”. Mentira podrida: querían cerrar el chiringuito y no sabían cómo deshacerse de ellas. De becaria, mi jefe nos regaló a cada una de las chicas una rosa. Error: es la persona equivocada, quiero una rosa de alguien nacido entre el 75 y el 85 y que en sus venas no corra la misma sangre que la mía.

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Otro año pasé todo el día de Sant Jordi con un chico con el que pensaba que había mucha conexión. Vendedoras ambulantes se dirigían a él, acosándole para que me regalara una rosa, y él no les hacía ni caso. Después, cuando puse morros, me dijo que no entendía cómo una chica como yo daba importancia a este tipo de tradiciones machistas. Conclusión: tíos incapaces de tener un detalle bonito por 3 euros son capullos. Por favor, unas tijeras de podar.

Otro me puso la excusa de un viaje y me envío una foto de una rosa por WhatsApp, de esas que rulan durante todo el día por la mensajería del smartphone. Pregunta: ¿A este chico no le han contado que una foto es una ranciedad y que hay un servicio llamado Interflora? No es necesario estar comprometido o estar a punto de casarse para regalar una rosa, ni significa que tenga que ocurrir (aclaración para hombres con pánico al compromiso).

Después de analizar este fenómeno que anualmente se repite en mi vida, el de soltera y sin rosa, me he dado cuenta que he enfocado erróneamente el tema. He asumido un papel que, aunque la sociedad me empuja a él, la realidad me recuerda todos los Sant Jordi y días que mi función es la de armas tomar. Yo soy la guerrera con armadura, caballo y casco y no la chica a quien rescatan del dragón.

SchrekFionaDragon_IsaPiBlog

A mi alrededor tengo muchísimos dragones que atacan sin cesar y aquí (en mi vida) a una nadie la salva, sino una misma. Isa Pi debe lidiar con jefes, aguantar a hombres insustanciales, sobrevivir con un sueldo de mileurista y la precariedad laboral, trabajar a destajo y bajo estrés, compartir piso, tener 30 años y no haber encontrado mi sitio, pero ¿a quién no le pasa lo mismo? Las vidas perfectas sólo existen en Vogue o ¡Hola!.

A todas aquellas guerreras que no han tenido rosa pero deberán ponerse su armadura, un día más, para hacer frente a terribles dragones jurásicos: ¡Feliç Sant Jordi con un día de retraso!

Sant_Jordi_IsaPi

6 Comments

  1. 7 Mayo, 2015  00:02 by Isa Pi

    Cuando ves que no estás sola es reconfortante...

  2. 6 Mayo, 2015  23:59 by Patty

    Te entiendo tantoooo, Isa Pi. A mi me pasa igual, nunca me han regalado una mísera rosa en Sant Jordi ni una maldita caja de bombones para San Valentín. Es injusto pero nosotras hemos de estar por encima de todo eso...aunque también nos podemos permitir ser patéticas de vez en cuando, ¿no crees?

  3. 24 Abril, 2015  23:10 by Isa Pi

    Viva las guerreras!!!!

  4. 24 Abril, 2015  23:04 by Autenticobrendaval

    23.59, un whatsapp y con rintintín por haber visto cómo amigos sí me habían enflorado. Vivan las guerreras!!!

  5. 24 Abril, 2015  22:15 by Isa Pi

    Molt bona!!!! Haurem d'anar a aquesta llibreria!!!!

  6. 24 Abril, 2015  22:13 by A

    A València hi ha una llibreria on si compres el llibre, la rosa te la regalen; per a dones autosuficients o homes despistats.

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