Hoy estaba hasta arriba de trabajo y pensaba por qué tengo que ser una de esas pringadas que vive agobiada por miedo a no llegar a unos objetivos laborales y a no estar a la altura que esperan jefes y clientes. Si al menos el estrés sirviese para vivir a cuerpo de rey los fines de semana, tendría una cierta coherencia este tipo de vida: esclava durante la semana, vida de rajá el fin de semana. Pero no es así, siempre estás con el tira y afloja para evitar gastar de más y eludir esos momentos en los que no te da dinero ni el crédito de la visa.
Agobiada con tanto trabajo, no se me ha ocurrido nada más que pensar en el empleo ideal, ese que cobras bien pero además no estás estresada y más o menos disfrutas haciéndolo. ¿Existe esta oferta laboral? Creo que sí. Entonces es cuando quería ser como Paula Echevarría. He imaginado que para ir a un acto me pagaban 10.000 euros, la mitad de mi sueldo anual. Además, estaría tan guapa… Una estilista me buscaría un look trendy y una maquilladora y peluquera pondrían orden a mi aspecto físico.
Atendería a preguntas sobre mi vida personal, porque si no soltara un poco de mi intimidad los medios no se interesarían por mí. En lugar de hablar de mi hija Daniela – cosa que haría Paula- hablaría de mi gato. No tengo, pero como soy soltera estoy segura que colaría. El tema amores sería más complicado. No podría citar a ningún Bustamente, pero dejaría caer que “hay alguien”. Es verdad que no se lo creería nadie pero sacaría a relucir todo mi potencial interpretativo: miraría el suelo, sonreiría, me mordería el labio, haría ver que no quiero hablar… y al final les metería un gol a los periodistas y a los oyentes, lectores y telespectadores.
Si fuera influencer, una marca me pagaría 1.000 euros por colgar una foto y decir que me gustan sus productos. Al instante tendría 50.000 likes. Imagínate qué fácil, no tendría ni que pensar una historieta donde meter la marca, una foto ya sería suficiente.
Además de no agobiarme por mi trabajo, seguramente me saldrían pretendientes. Mi sequía prolongada se terminaría. Si ahora no hay ni un soltero treintañero a mi alrededor, de repente aparecerían como setas: en una cafetería, en una boda, en la clase de inglés, en el metro, en la calle, en una disco… ¿Cómo es posible? Una nueva hornada de solteros treintañeros. Uno habría cortado con la novia, el otro habría terminado de estudiar unas oposiciones y empezaría a tener vida social, el otro volvería de un viaje espiritual en la India y el otro estaría de vuelta de un lucrativo negocio en Singapur. Ni uno de ellos estaría traumado por una ex fabulosa que le abandonó porque nunca habrán conocido a alguien tan maravilloso como yo.
Tanto éxito fácil crearía escuela. Montaría una serie de cursos online sobre “Cómo ser influencer y dejar de ser soltera y sin blanca”. Les prometería que serán estrellas, triunfarán y se comerán el mundo. Yo sabré que es mentira, que sólo uno, con suerte, lo será y más si es hija o hijo de algún famoso. Si se empieza de cero, entonces el camino puede ser muy arduo. Yo sólo daría una clase al año para justificar el precio desorbitado de la matrícula.
Si fuera una influencer otro gallo cantaría… Pero de soñar no se vive y al final me he ido del curro a las 20:00 horas (empiezo a las 8:30 y he comido en 40 minutos) y a estas alturas del mes sólo me queda dinero para la compra de mañana en el Mercadona. Bienvenidos a la república independiente de la realidad.
Como no soy una influencer, soy terriblemente impopular en Instagram. Si aumentas mis índices de popularidad te lo agradeceré enormemente. Haz click aquí
Jajaja aayy hija me haces reír, ahí va mi punto para subir popularidad y... Quién sabe...
Gracias! Es que si no, nunca llegaré a ser como Paula Echevarría.... Gracias por poner tu granito de arena por la causa!
Molas más que la Echevarría, de aqui a nada libro y photocalles for you!! Jeje
Laura, qué bonito! Voy a llorar de la emoción!!!! Un besazo
ánimo!! Q presión estar perfecta todo el día como la Pau, aguantar a Busta y no ser libre (todo el día con el paparazzi pegado). Nosotras estamos mucho mejor...pobres y currelas pero siendo nosotras mismas siempre!! Olé tú!
Ya eres un poco menos impopular en Instagram☺️
Opositora Treintañera
Jodo, yo también quiero ser influencer!
Yo voy a hacerme fan de tu ig, aunque si tu eres terriblemente impopular... No te cuento lo que soy yo, jajaja.
Un besazo
Es buenísimo!! la Echevarria y el Bustamante son un auténtico coñazo , ya le gustaría a ella tener un Blog como el tuyo! Te acabo de descubrir y ya me he hecho fan. Nada mejor en esta vida que reirse de uno mismo y sacar una sonrisa a los demás.