El Día del Trabajador se instauró como una reivindicación, a la vez que festejo, de las conquistas que los currantes hemos conseguido a lo largo de la historia: jornadas de ocho horas, vacaciones pagadas, derecho a baja por enfermedad, un espacio de trabajo en buenas condiciones… Obvio, pero a principios del siglo XX no era así y, desgraciadamente, en muchos países de Asia o África tampoco ahora.
No vayamos a ponernos medallas, esto no es la panacea, sobre todo los que tuvimos “la suerte” de terminar la carrera con el inicio de la crisis económica y nos hemos movido en la precariedad laboral como modus vivendi: sueldos bajos, jornadas largas, trabajo que te sale por las orejas (una persona ocupa el puesto de dos) y con poca perspectiva para dar el gran salto. ¿Familia? Para los treintañeros de hoy es casi un capricho, una pijada. ¿Cuándo construiremos una sociedad que piensa en las personas y no en producir dinero (es decir trabajar)?
Sin embargo, hay unos individuos que sí se han sabido montar el chiringuito como Dios manda. Cuatro gritos, cuatro poses, cuatro declaraciones, cuatro modelitos, cuatro consejos sobados en un libro y mientras su cuenta corriente va creciendo. ¿Me salté una clase clave y reveladora en la universidad? Aquí la tipología de los nuevos profesionales que no saben qué significa precariedad.
Chonis: Para las mujeres pelo rubio pollo o negro carbón, con puntas abiertas, bastante graso, cara con exceso de maquillaje, pecho y culo prominente y cintura de avispa. La ropa ajustada para marcar las curvas y con un buen escote. En el caso de los hombres, músculos a punto de petar, camisetas imperio sin mangas, un rosario como colgante y pelo teñido rubio. Ambos sexos alardean de la incultura, de chillarse e insultarse y de meterse en la cama con cualquier cosa que se menee. Esta tipología triunfa en Gandía Shore, Mujeres y Hombres y Viceversa para después conseguir el estrellato en Gran Hermano o Sálvame. Belén Esteban es el espejo en que mirarse.
Pijo: No se sabe cómo pero en el apartado Quiénes somos de una revista de moda/ femenina sólo hay nombres que te suenan de las páginas de ¡Hola! A estas periodistas les pagan un viaje a París o a Nueva York para entrevistar a personajes interesantes y sólo les sacan tópicos. ¡Qué gasto tan innecesario! Directoras de revistas, deciros que cuando veo apellidos como Rato, Doménech, Rojas, Carbonero, Falcó… me salto las páginas y al final decido no volver a comprar la revista. Me aburre profundamente. Y cuando te hablan de su chupi fin de semana en el que un cupcake para la merienda asciende a 500 euros, me siento insultada.
Egobloggers: Sería una derivación de la tipología pija. Son niñas de papá con dinero o parientes de famosas con apellido rimbombante que se pueden permitir comprar vestidos muy chulos y tienen tiempo y ocasión para ponérselos, maquillarse y posar delante del objetivo (debe de ser un gran amigo el fotógrafo porque yo no tendría paciencia). Una chica normal no dispone de liquidez para adquirir los modelitos pero, sobre todo, no tiene horas libres (tiene que ir a la oficina) para actualizar el blog con toda la parafernalia del “shooting”.
Presentadoras reconvertidas en escritoras: Cansadas de ser un busto parlante, que sonríe y lee un telepromter quieren demostrar al mundo que son algo más y escriben libros. No os creáis que es un Pulitzer sino un manual sobre el amor o cómo manejarse con un hombre o una primera cita y siempre utilizan, según la tapa del libro, “un lenguaje fresco, irreverente e irónico para mujeres imperfectas (pues justo en la tele acostumbran a hacer el papel de la mujer perfecta). Algunas de ellas (lo sé por las revistas del corazón) tienen unos jaleos amorosos como para que encima den consejos a las personas de a pie. Nunca he entendido quién compra estas publicaciones. La última en apuntarse a la moda ha sido Patricia Conde.
Pero a pesar de estas tipologías de profesionales emergentes para las chicas de a pie siempre nos quedarán ídolos como el personaje de Melanie Griffith en Armas de mujer (perdonémosle los horribles estilismos, los 80 no fueron perfectos).
A veces te dan ganas de ser una mujer florero para ganar dinero fácil!!!! Suerte que los principios están allí para frenarlo!!!!
Yo siempre pienso: ¿en qué punto me equivoqué? ¿En estudiar demasiado? ¿En no irme del país? ¿En no relacionarme con la gente adecuada? ¿En no casarme con aquel tío de familia de pasta? (¡Mierda!). Estoy por enseñar cacha en Instagram, decirlo por aquí y por allá, comprar algunos miles de fans y luego presentarme a las marcas de ropa interior. Como hacen ahora tantas, pero con la suerte de mis treinta años: tengo la cabeza amueblá y me da igual la fama. Lo que quiero es el dinero. Dinero. Dineeerooo.
Muchísimas gracias!!!!
Me encantó, la entrada, así como el estilo próximo y desenfadado.
Enhorabuena por el blog.
Totalmente de acuerdo!!!! Te piden experiencia pero casi no puedes tenerla porque no te dan una oportunidad!!!!
Bueno... precariedad laboral... eso el que la pueda "gozar". Los treintañeros parados son los grandes olvidados de la crisis. los que terminaron la carrera despues del 2008 no han podido ganar experiencia y nadie les contrata por: o estar muy formados, o no tener experiencia, o porque no dan subvencion por contratarles (menores de 30... mayores de 45). Esa es la generación perdida y no los que ahora estan estudiando o terminando de estudiar con 22 años.
¿Te imaginas a Rojas en la cola del Inem? Ciencia ficción
PD. Se me olvidó. Lo que hay que hacer es no comprar ciertas revistas para no hacer el juego a esta panda de vividoras. Yo dejé de comprarlas hace muchos años, cuando me dí cuenta del timo que representan. Existen pq la gente las compra, si no veríamos a Rojas and co. en la cola del INEM...
gracias
Vega Royo me aburre mucho...
El ascazo de sociedad que tenemos lo reflejas muy bien. Pertenezco a ese tipo casi extinto que no es ni choni plutón verbenero ni pija idiota con apellido compuesto. Clase media con estudios. Vega Royo es una de mis anti-idolas favoritas, en el foro de cotilleando.com ha hecho historia!!!!!
Definiciones muy acertadas
Muchas gracias!!!!
Me quito el sombrero. Nada más que añadir.