¿Qué estilo de mujer eres: Irina o Patricia?

Cuando era pequeña no tenía muy claro qué tipo de mujer quería ser, aunque tampoco sabía muy bien qué significaba. Un día soñaba con ser pescadera porque me encantaba cortarles la cabeza a los peces con uno de esos cuchillos afilados, envolverlos con papel y pesarlos apretando rápidamente los números de la balanza (reconozco que tenía un lado muy sádico, ahora, en cambio, no me mola nada el rollo Christian Grey). Al día siguiente quería ser Marisol, porque había visto Tómbola o Un rayo de luz y me fascinaba poder cantar y salir en una película (todavía me gustan las pelis de la niña prodigio –no soy nada cool- pero he aceptado que canto muy mal y más el estilo aflamencado).

Otro día imaginaba ser domadora de orcas, porque había visto Liberar a Willy o había contemplado cómo los profesionales del Zoo de Barcelona se sumergían con Ulises y le daban besos, cuando eres una niña ni se te pasa por la cabeza su lado depredador. Durante una temporada, también quise ser monja porque leí un libro infantil de una santa (no recuerdo cuál era) que lo había dejado todo para ayudar a los más pobres y me parecía algo maravilloso.

Mis anhelos para el futuro no se terminaron aquí, también deseaba ser peluquera para peinar con gran variedad de peines y poner rulos o ser famosa para salir en las revistas. Otras veces, me decanté por vender ropa porque las dependientas me parecían elegantes y guapas o farmacéutica para recortar con un cutex el código de barras de los medicamentos y pegarlo en la receta.

GirlsPeluqueria_IsaPiBlog

Al final me decanté por el periodismo, porque en el fondo tiene un poco de todo: te encuentras orcos a los que les cortarías la cabeza; tiene un lado del faranduleo al estilo Marisol y más de una vez debes ir a la farmacia para que te den unas pastillas para la jaqueca. Claro que también crees que pones tu granito de arena para mejorar la sociedad y te sientes un poco famosa cada vez que sale tu nombre en algún artículo, en la tele o en la radio.

ElDiabloVisteDePrada_IsaPiBlog

Sin embargo, queda claro que no sabía muy bien qué tipo de mujer quería ser yo, aunque supongo que algo de la pescadera, de la domadora, de la celebrity o de la monja todavía hay en mí. Este lunes, empapándome de la repercusión de los Oscar, sí lo vi claro: me sentía más cerca de Patricia Arquette que de Irina Shayk.

Mientras un tipo de publicaciones se hacían eco del discurso de la protagonista de Boyhood, que pedía unos salarios más igualitarios entre hombres y mujeres en Hollywood; otras admiraban el impresionante cuerpo que dejaba ver (sin necesidad de imaginación) el vestido transparente de Irina, cuya trascendencia estaba a la altura de los celos Ronaldo, si llevaba o no bragas invisibles o si se había afeitado el coño.

Como ya ocurrió con Pedroche en fin de año, algunos y algunas se quedan embobados con esas estupendas curvas de Irina, reduciendo a las personas, especialmente a la mujer, en un cuerpo, sin valorar sus otras capacidades. Y así ocurren hechos lamentables como que buenas actrices pasen por el quirófano a partir de los 40, borrando su identidad y expresión; que no haya papeles interesantes cuando se deja de ser joven y guapa; que en la alfombra roja solo se les pregunte a ellas cómo llevan la manicura y de qué diseñador es su vestido, mientras que ellos responden a cómo se prepararon el papel o cuál es su próximo trabajo.

CristinaPedrocheFinAno_IsaPiBlog

Lo tengo claro. Yo no quiero las curvas de Irina, ni ser portada del ¡Hola! sino el compromiso de Patricia para conseguir una sociedad más justa (Sandra Bullock, la actriz mejor pagada, cobra 21 millones de dólares menos que el actor más cotizado, Robert Downey Jr.) y, en consecuencia, que las actrices sean menos esclavas de la apariencia. Que quede claro que a mi me encantan los vestidos y la moda, pero también otras disciplinas apasionantes de esta vida.

¡Ah! Y lo peor de todo fue leer comentarios de Twitter que decían que Patricia Arquette no se había mirado al espejo antes de salir de casa. ¡Qué superficial es la gente! A mi me parece que iba muy elegante y muy guapa, sin necesidad de tener unas medidas 90-60-90.

IrinavsPatricia_IsaPiBlog

6 Comments

  1. 28 febrero, 2015  15:40 by Isa Pi

    Kyria! Realmente cuando eres pequeña no tienes ni idea de qué quieres ni de quién eres y das valor a las cosas por tonterías... Ser farmacéutica para recortar códigos de barras tiene delito... jajjjaj! Pero a veces en la vida real, cuando ya tienes 30, por ejemplo, también sueñas con cosas que brillan mucho pero en realidad no valen la pena, son chatarra...

  2. 28 febrero, 2015  15:37 by Isa Pi

    Noemí!!!Si fuéramos perfectas, lo tendríamos todo, pero Irina en unos años nadie se acordará de ella - porque sus cualidades son perecederas- y Arquette seguirá haciendo cine (aunque no todo el que debería) porque no sólo valoran su físico para hacer el trabajo

  3. 28 febrero, 2015  15:35 by Isa Pi

    Amparo! Cuando era pequeña me encantaba Marisol!!! jajjaja! Y ahora si lo engancho en la tele también lo veo!jajjaja! Me alegré que estos Oscars hubiera glamour pero también reivindicación!!!!

  4. 28 febrero, 2015  09:11 by Amparo

    Me tienes con la canción de Tómbola metida en la cabeza :-) Le he dado al vídeo para escuchar la canción mientras leía el artículo y madre mía... qué temazo... ahora no puedo dejarlo a un lado.

    Fuera de broma, un post interesante. A mí Patricia Arquette me parece guapísima, glamourosa y sensual, además de lista, así que sin lugar a dudas me decanto por ella!!

  5. 27 febrero, 2015  14:58 by Kyria

    Totalmente de acuerdo con todo, hasta con lo de querer ser farmacéutica para recortar los códigos de barras.
    Hay mucha gente que sigue sin querer ver estas diferencias, estos pequeños actos de machismo que aún perviven en nuestra sociedad y que parece que tenemos interiorizados. Y útilmente, además, si te quejas ya te tachan de feminazi. En fin... Me alegra ver que aún hay alguien con cordura pululando por Internet ;)

  6. 27 febrero, 2015  12:55 by Noemi Quiero Ir de Compras

    Hola, muy buena reflexión. Si soy sincera me gustaría ser un fifty-fifty! Pero sí, mi fuerza de voluntad y genética no me dan para ser modelo. Además, el mundo lo cambian las mujeres y hombres que se parecen más a Patricia Arquette.
    Saludos!

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