Dicen que el talento no sabe de edades. Con el tiempo adquirimos más experiencia, demostramos más seguridad y conocemos mejor cómo desenvolvernos en este mundo loco, loco, loco, aunque la juventud da frescura, nos llena de ilusión y, a veces, grandes dosis de insensatez que sirven para conseguir cosas inimaginables cuando uno madura.
Una buena actriz, como regla bastante general, sí es mejor intérprete de joven. Su capacidad de adentrarse en un papel es mucho mayor a los 20 que a los 40 años, en cambio, un actor no es capaz de demostrar todo su poderío hasta su cuarta década, salvo excepciones. Nosotras somos precoces y adelantadas en todo. Esta conclusión no me la he inventado, sino que es resultado de mi último estudio de campo, centrado en la comparación de edades de los actores y las actrices ganadores de un Oscar.
Centrándome en la categoría de actriz y actor principal de esta última década, mi teoría no puede basarse en las dos últimas ediciones (parece que lo han hecho aposta para derrumbar mi análisis a conciencia), porque Julianne Moore (54 años) es mayor que Eddie Redmayne (33). El año pasado se igualó la edad, tanto Mathew como Cate tienen 45 años, pero en otras ediciones mi estudio es totalmente fiable. Empecemos (las edades son las que tienen actualmente, es sólo para ver la diferencia de edad):
2013: Jennifer Lawrence (24) versus Daniel Day Lewis (57). A mí siempre me ha parecido desproporcionado este Oscar para Lawrence. Me gustó, pero Jessica Chastain se lo merecía más.
2012: Jean Dujardin (42) versus Meryl Streep (65). De acuerdo, una nueva excepción pero es que la Streep es alguien excepcional. No cuenta.
2011: Colin Firth (54) versus Natalie Portman (33) El pobre Mark Darcy (así es cómo le vamos a recordar siempre) tuvo que esperar bastante más que la chica Dior.
2010: Jeff Bridges (65) versus Sandra Bullock (50). Muchos no lo recuerdan pero nuestra querida Bullock también tiene un Oscar por The blind side. Lloré tanto con esta película, más porque está basada en un hecho real.
2009: Sean Penn (54) versus Kate Winslet (39). Ambos actores suman muchas nominaciones
2008: Daniel Day Lewis (57) versus Marion Cotillard (39). Cuando Marion ganó este premio tenía 32, las treintañeras somos las preferidas en el cine (en el mundo laboral no tanto, si no pregúntenle a Mónica Oriol)
2007: Forest Whitaker (51) versus Helen Mirren (69). Otra excepción, pero es la que toca por década y que confirma la regla.
2006: Phillip Seymour Hoffman (tendría 47 años) versus Reese Witherspoon (38). La rubia muy legal se hizo con el Oscar con mi edad. En cambio, yo no paso del mileurismo.
2005: Jaimie Foxx (47) versus Hillary Swank (40). La Swank también era una treintañera.
2004: Sean Penn (54) versus Charlize Theron (39). Theron de las más precoces (a los 29 años) y con 15 años de diferencia con su también actual pareja.
2003: Adrien Brody (41) versus Nicole Kidman (47). De acuerdo, aquí Nicole tiene más años, pero en ese momento Kidman todavía no se había hecho retoques y todos la amábamos.
2002: Denzel Washington (60) versus Halle Berry (48). Otra treintañera con Oscar. Ya digo yo que las mujeres maduramos antes y por eso se nos reconoce cuando somos guapas y bellas.
Podría continuar con la lista pero no quiero aburriros. Chicas, si ya tenéis más de 35 años auguro que ya no podréis optar al Oscar, a menos que os sometais a un cambio de sexo. Somos tan avanzadas que nuestro talento se desarrolla antes que el de los hombres, sino pregúntenle a Gwyneth Paltrow que consiguió el Oscar con 26 años y ahora apenas hace pelis, sólo anuncios.
Cuando somos jóvenes y sin arrugas interiorizamos mejor el papel, después nos estancamos, en cambio, ellos tienen que ser más maduritos, les cuesta más retener los conceptos interpretativos y externalizarlos.
