Hablas con un recién soltero o soltera y todos te dirán con un rostro apenado y un poco aterrorizado que “no hay solteras o solteros” en el mercado, incluso comentándoselo a un soltero o soltera, quien se queda en plan “porque te han roto el corazón que si no te doy un par de…”. Si esto te ha pasado te gustará el libro de Mujer Sin Blanca Soltera Busca.
Los recién solteros no tienen ni idea de nada, acaban de aterrizar y no se enteran ni la mitad de la película. De hecho, normalmente, quien hace este tipo de comentarios, se ha pasado casi toda la vida enlazando relación con relación y no sabe qué es estar soltero y ante lo desconocido el ser humano siempre tiene miedo.
Para no padecer ese miedo, después de los seis meses rigor de duelo amoroso, ya vuelven a estar emparejados y del “no hay solteros” pasan al “no entiendo por qué no conoces a alguien porque mírame” y entonces es para decirles “será que tengo criterio”.
Estar soltero no es ningún drama. De hecho, si uno está soltero – al menos desde mi experiencia- significa que todavía no hay nadie que te haga sentir que estar en pareja es mucho mejor que estar soltera, si lo has probado y no te ha convencido – conjugarlo indistintamente en femenino o masculino- será porque el otro es un soso, porque va a su bola, porque te hace sufrir, porque no tienen el mismo modo de ver el mundo y por tanto no es un buen compañero de viaje, porque no hay conexión, porque no te hace reír o porque su modo de ver las relaciones no encaja con la tuya.
Muchos le llaman a ello ser exigente, pero es que estar soltera no da miedo, es un estado fabuloso a menos que encuentres a una persona que haga que estar en pareja valga la pena. Una relación, en cambio, sí da mucho miedo, sobre todo, si se vive de una forma auténtica y comprometida, hecho que no siempre pasa y, entonces puede desencadenar una serie de decepciones y desengaños que la soltería nunca te da.
Sí, soy exigente porque mientras no haya alguien que valga la pena disfruto de un estado fabuloso llamado soltería.
Coincido totalmente. Una de mis amigas lleva encadenando novios desde los 15 años... Han sido tantos que ya ni me molesto en aprenderme los nombres, total, ¿para qué? Dentro de unos meses la cosa habrá terminado y dos días después tendremos un sustituto.
No sé por qué la gente le tiene ese miedo atroz a estar sola, con la de cosas positivas que tiene!!!